Empieza septiembre y, aunque las clases aún no han comenzado, se nota que el país vuelve a funcionar y sale de esa 'siesta' permanente que dura un par de meses.
Los autobuses vuelven a su horario normal, las tiendas cierran tarde y, sobre todo, ves cómo la ciudad se vuelve a llenar de la gente de siempre.
Creo que septiembre es como una segunda oportunidad después de los deseos que se piden en enero. ¿Que no has conseguido dejar de fumar en enero?Lo dejas para después del verano, en septiembre.¿Que no has adelgazado todo lo que querías para ir a la piscina?Empiezas en septiembre en el gimnasio, preparandote para el próximo verano.
Otra cosa buena que tiene septiembre son los estrenos de series o programas nuevos en la televisión, a parte de los que vuelven de vacaciones. Porque, las cosas como son, la television en verano es inaguantable, te obliga a salir a la calle y hacer cosas nuevas, porque lo único que puedes ver son repeticiones.
Pero, sin lugar a dudas, lo mejor que trae septiembre son las fiestas medievales de Ávila (este año, del 4 al 7 de septiembre). Llevo dos años perdiéndomelas y, al fin, este año las voy a disfrutar como nunca. Si aún no sabéis por qué dicen lo de "Ávila, ciudad medieval" es porque no habéis estado en estas fiestas. La ciudad se transforma totalmente. Sevilla tiene su Feria de Abril y Ávila, los Medievales. Normalmente, desde agosto, las tiendas de telas se llenan con clientes que quieren su traje personalizado para estas fechas. Los chavales y chavalas hacen pulseras, collares y demás cosas durante todo el año para luego poder venderlas. En las calles se mezclan personas, paja y olores que recuerdan que Ávila también tiene motivos para estar orgullosa. Se decoran las murallas con telas y el centro de la ciudad se traslada al siglo XII, se hacen representaciones teatrales, lecturas de leyendas y por fin toda la ciudad se involucra en algo que no tiene que ver con santos o vírgenes. Malabares, bailes... unas verdaderas fiestas en las que, los más importante, es estar el máximo tiempo posible fuera de casa, paseando por unas calles que, depués de tres días de cachondeo, volverán a la monótona normalidad.
No os preocupéis, pondré fotos que ilustren esta descripción. De momento yo me voy a preparar para disfrutar a tope los tres mejores días del año. ¡Adeu!
Papallones de tardor: Vanessa atalanta
Hace 20 horas
2 comentarios:
Ávila parece con un entorno de lo más adecuado para realizar este salto atrás en el tiempo.
En cuanto a que el país se para dos meses, imagino que te referirás a los funcionarios y a los estudiantes.
El resto de mortales disponemos cuando más de 2 ó 3 semanas de vacaciones (en mi caso sólo 2).
Recuerdo de mi época de instituto que aunque los primeros días eran duros, en el fondo estaba deseando regresar a clase y ver a la gente. Al final creo que tanto ocio llega a aburrir.
Y por supuesto todo mi apoyo a todos los que retomaís la actividad después de tanto tiempo libre. Pensad que ya falta menos para las vaciones de Navidad (jejeje).
Jaja, gracias por tu comentario Fredy! Hombre, ten en cuenta que yo hablo desde el punto de vista del estudiante y, por cierto, estoy totalmente de acuerdo contigo en que tanto tiempo libre, llega a aburrir. Si en el fondo las clases no son tan malas... ;P
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