Antes de ayer volví a coger mi moto después de un mes. No sé muy bien cómo pero la "cerradura" (no sé cómo se llama técnicamente, pero todos entendéis que hablo de dónde se mete la llave, ¿verdad?), se rompió y, evidentemente, no había manera de que arrancara.
Después de ponerme como una histérica cuando me enteré de lo ocurrido, puesto que ya había encontrado a alguien para que montase conmigo en la moto y así fuesen más amenos los viajes, mi padre me prometió que la llevaría a arreglar, y la llevó... después de dos semanas insistiéndole.
Hoy por fin la he vuelto a coger y ha sido como los reencuentros que salen en las películas... sólo faltaba la banda sonora (que sonaba en mi cabeza).
Lo bueno que tiene haber esperado es que mi padre, agradecido y bondadoso donde los haya, me ha comprado un casco nuevo (¡mi primer casco propio!) y es ¡PRECIOSO!
He aquí la(s) prueba(s):
No sabía si cogermelo "de verano" o "de invierno", así que cogí uno para las dos épocas del año. Y con gafas de sol incluidas. ¿Es o no es una pasada?
Papallones de tardor: Vanessa atalanta
Hace 6 horas
3 comentarios:
¡¡Hola Larita!!
Muy chulo el caso,sí señorita,y encima ¡¡atemporal!!Jajajaja,que majete tu padre. :D
No sé por qué me da que tienes que tener que tener bastante peligro encima de la moto... :D
¡¡Un besazo!!+(L)^1.000
Lo mejor tu reflejo en el cristal ^^ A ver si la próxima vez que me deje caer por Ávilacity me das una vueltecilla ;)
Besetes...y hasta el sábado
Pues a mi me encantan las motos, pero no se ni conducir. No se llama 'contacto' donde metes la llave? juer, ¡qué morro tienes Mae_Tuya...!
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