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Las únicas personas que me agradan son las que están locas: locas por vivir, locas por hablar, locas por sentir...

viernes, 15 de agosto de 2008

Se acerca el final...

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Título: ¿Y ahora qué?
Capturadora: Teresa Hurtado (Sevilla)
Fuente: Captura.org


Por fin puedo decir que he tenido vacaciones. Después de unos dos meses de verano aburrida en casa y sin saber qué hacer, llegaron las esperadas vacaciones a Cataluña. El hotel estaba en Lloret de Mar (definitivamente no sabíamos dónde nos metíamos) que para quienes lo conozcan sabrán que el comentario que viene a continuación es obligado: todo lleno de ‘guiris’ (no utilizo el término extranjero porque ‘guiri’ define perfectamente al típico alemán con calcetines blancos y chanclas, que era de lo que estaba plagado Lloret), y bueno, ya sabéis: sol y playa a cascoporro. Aunque conseguí ir un día a Barcelona, a ver el Palau de la Música (¡por fin!), la basílica de Santa María del Mar (por segunda vez) y el MACBA (tan difícil de entender como me lo esperaba) y gracias a eso las vacaciones mejoraron considerablemente.
Por lo demás, he de decir que mis ganas de viajar siguen sin apaciguarse a pesar de estos días y que mi próximo objetivo será volver a Berlín, ¿alguien se apunta?

PD: Pido disculpas a los seguidores del blog, el exceso de tiempo libre y el calor no acompañan a la actualización diaria como yo pensaba. Parece que cuanto más tiempo tengo para escribir, menos cosas tengo que contar, pero el verano es así, ya lo dicen en la tele: no hay noticias.

PD2: Estuve en el concierto de Extremoduro en Ávila y, como os imaginaréis, me lo pasé piruleta. Aunque aquí fue más modesto que en Salamanca (somos una ciudad con pocos habitantes ¿y qué?) tocaron canciones menos conocidas y fue más íntimo. ¡Dos conciertos incomparables!

PD3: El aburrimiento, la falta de dinero y el tener unos amigos tan chiflados como tú hacen que de vez en cuando te dé por hacer turismo por tu propia ciudad, sí sí, esa que llevas viendo toda tu vida día sí día también. El caso es que un día mis amigos y yo nos fuimos, cámara en mano, dispuestos a subir a las Murallas de Ávila. Como de día ya las habíamos visto por fuera y por dentro, (es una excursión obligada en los colegios), decidimos subir de noche (bueno, por eso, y porque se nos hizo tarde…) y una vez arriba, depués de hacer fotos cómo ésta...

...alguien sacó la baraja de cartas y allí a más de 12 metros de altura, nos echamos las partidas de cartas más culturales del año… hasta que el segurata, con una amabilidad impropia, nos ‘aconsejó’ marcharnos de allí. El próximo día, toca ir a la Catedral, ¡esto promete!